Aún no me he quitado la pulsera del Summercase. Y no se trata de una pulsera bonita de tela como el año pasado o como los últimos años en el FIB, sino de una pulsera de plástico asquerosa, que me hace daño en la piel. En uno de mis ratos muertos en la oficina (no debería de haber ratos muertos pero los hay porque me los permito) he reflexionado por qué no soy capaz de cortármela. No es porque quiera chulear con las cosas tan interesantes que hago, que ya no tengo 19 años, y además ir a un festival de música tampoco es una cosa tan extraordinaria. Es mi intento desesperado de quedarme con el sentimiento Summercase, como los personajes de Mad Men se agarran a sus cigarros, yo me agarro a mi pulserita verde, para evitar que desaparezca del todo de mi interior la luz del festival apagada por lo profano de la vida cotidiana.
Me quedo con la actuación de Ian Brown acompañado por Mani en el bajo cantando “I am the resurrection”, con los siempre increíbles The Verve, con “Jailbird” de Primal Scream y Bobby Gillespie bailando en el escenario. Me quedo por un lado con los veteranos de Blondie, sobre todo con la voz de Debbie Harry que a sus 63 años aún suena como en el 1980, y con los novatos simpáticos de Galés “Los Campesinos”. Pero ante todo me quedo con la buena compañía de los amigos que a pesar de no vernos casi nunca siguen allí. En fin; me quedo como siempre con Madrid y sus habitantes. – a lo mejor me quitaré la pulsera en septiembre, cuando vuelva a bajarme en Atocha.
Me quedo con la actuación de Ian Brown acompañado por Mani en el bajo cantando “I am the resurrection”, con los siempre increíbles The Verve, con “Jailbird” de Primal Scream y Bobby Gillespie bailando en el escenario. Me quedo por un lado con los veteranos de Blondie, sobre todo con la voz de Debbie Harry que a sus 63 años aún suena como en el 1980, y con los novatos simpáticos de Galés “Los Campesinos”. Pero ante todo me quedo con la buena compañía de los amigos que a pesar de no vernos casi nunca siguen allí. En fin; me quedo como siempre con Madrid y sus habitantes. – a lo mejor me quitaré la pulsera en septiembre, cuando vuelva a bajarme en Atocha.